La harina es un alimento que ha sabido alimentar a muchas personas en casi todas las culturas del planeta gracias a sus nutrientes, variantes y tipos de harinas que existen.
El término harina es proveniente de la palabra en latín farina, y es el polvo resultante de moler el cereal que puede ser de trigo, maíz, cebada o centeno. También puede surgir de la molienda de arroz, tubérculos o legumbres que son alimentos ricos en almidón.
Asimismo, se suele llamar harina a la masa o el polvo que queda luego de atravesar por un proceso de trituración, de machacado, o molido de ciertas materias sólidas. De esta forma es posible oír el término ‘harina de pescado’.
En esta ocasión nos centraremos en los tipos de harinas posibles, desde su tipo de fuerza, si contiene gluten como las de trigo, centeno, espelta, avena o cebada o si carece de gluten como las de arroz, maíz, sarraceno, arvejas entre otras.
Tipos de harina
Como habrás leído, la harina entonces puede ser un polvo de muchos tipos de alimentos y, por ello, tener un montón de tipos de harina. Los siguientes son los tipos de harina que contienen gluten.
La harina de trigo es una de las harinas más empleadas y favoritas de la cultura occidental y es parte de muchísimas recetas dulces como saladas.
La harina de trigo contiene entre sus nutrientes minerales como el hierro, calcio, magnesio, potasio, selenio y zinc. Así como también contiene grandes cargas de vitaminas como la A, E y del grupo B.
Luego tenemos a la harina de centeno, una harina poderosa en fósforo, calcio, yodo, sodio, potasio y magnesio. Es comúnmente utilizada en recetas de panes bajos y de gran densidad así como también en galletas saladas.
Otra de las harinas que contienen gluten es la harina de espelta, es muy recomendable por la capacidad que tiene esta harina de ser digerida y, al contener menos gluten, se utiliza pues para hacer panes más bajos.
Contiene grandes cantidades de calcio, fósforo, sodio, magnesio, potasio, silicio y zinc. Pero lo más destacable de la harina de espelta es que contiene Omega 3 y 6, así como una fuerte carga de fibra.
La harina de avena es otro gran polvo que es muy utilizado y empleado en recetas para repostería. Es ideal para que la masa no suba mucho y queda perfecta para aquellas recetas dulces como galletas y magdalenas.
Por último, tenemos a la harina de cebada. Esta es muy frecuente en todas aquellas recetas que necesiten de un agente espesante, esto se traduce como una gran harina para panes espesos aunque es fácilmente combinable con harina de trigo .
Tipos de harina para pan
No cualquier harina es ideal para hacer pan. Comercialmente, las harinas tienen un tipo de clasificación por ceros (0). Desde un cero (0) hasta los cuatro ceros (0000). Para hacer pan, la harina que se utiliza es la harina de tres ceros (000).
Esto es debido a que este tipo de harina tiene un alto contenido de proteínas que sirven para formar el gluten y conseguir un buen leudado permitiendo que las piezas no pierdan su forma.
Por su parte, la harina de cuatro ceros (0000) suele ser mucho más refinada y blanca y que, al tener una formación de gluten mucho menor, no es un contenedor de gas efectivo.
Así pues, los panes hechos con harina 0000 pueden llegar a perder muy fácilmente la forma, por lo que solo se utiliza esta harina para panes de molde y para la pastelería. Para hojaldres y batidos de torta como por ejemplo.
La composición de la harina para hacer pan consta de almidón, principal en los cereales, gluten, que otorga elasticidad, azucares, materias grasas, vitaminas y materias minerales o cenizas.
Densidad harina
Las harinas también tienen otro tipo de clasificación y es según su fuerza, mientras más fuerza haya que aplicar en el amasado, más densidad tendrá y por tanto se lo denomina como masa fuerte o débil.
El parámetro internacional utilizado para medir la densidad o la fuerza de la harina se designa con la letra W.
Cuando na harina goza de una gran elasticidad, alta resistencia y absorción de agua, estamos ante una harina fuerte con gran número W. Estas harinas son capaces de soportar procesos más largos y pueden retener más el gas que libera la levadura.
La harina floja, es aquella con menos de 100 W. Esta harina es ideal para hacer galletas, obleas, crepes, y además todas esas recetas en las que se requiera de bicarbonato de sodio. Para tartas y repostería se usan las más débiles.
Después tenemos a la harina panadera, se ubica entre los 140 y 200 W. logra una absorción de agua de unos 55 al 65 por ciento y es muy recomendable para todas aquellas recetas como los pasteles, galletas de mantequilla, hojaldres y las preparaciones que requieren de fermentación.
Posteriormente está la harina de fuerza media 220 W a 260 W, con una absorción de agua que ronda los 70%, es perfecta para hacer pan y para aquellas preparaciones que estarán sometidas a largas horas en su elaboración.
Por último, está la harina de fuerzay tiene una densidad de 260 W a 320 W. Esta harina por lo general se usa con otras harinas más flojas para fortalecerlas y también es empleada en recetas donde se requiera mucho tiempo de preparación.
Una harina puede ser cualquier polvo proveniente del proceso de molido, machacado o triturado de un alimento. Pero las harinas más comunes y usadas a nivel mundial son las harinas de cereales como el trigo.
Esta masa es vital para la elaboración de muchísimas recetas a nivel mundial como pastas, panes, pizzas, pasteles y galletas por nombrar las más básicas y populares.
Ahora ya sabes que estás harinas tienen muchísimos tipo de clasificación según su fuerza, su contenido de gluten, o por ejemplo, su alimento del cual se obtiene.
Es importante que domines todos estos términos para tener idea de cuál harina usar en tu receta.
No te olvides de compartir este artículo con tus amigos y familiares sobre la harina y sus tipos, y así estén al tanto de cómo se clasifican.